martes, 3 de marzo de 2015

TEMA 5. La Educación Intercultural

INTERCULTURALIDAD EN LA EDUCACIÓN
En América Latina Hay una nueva atención a la diversidad cultural, ya que se desea  Confrontar la discriminación, racismo y exclusión, de formar ciudadanos conscientes de las diferencias y capaces de trabajar conjuntamente en el desarrollo del país y en la construcción de una democracia justa, igualitaria y plural.




LA INTERCULTURALIDAD.
La interculturalidad significa “entre culturas”, Pero no simplemente un contacto entre culturas, sino un intercambio que se establece entre ellas. Debe ser entendida como un proceso permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre personas, grupos, conocimientos, valores y tradiciones distintas, orientada a generar, construir y propiciar un respeto mutuo, y a un desarrollo pleno de las capacidades de los individuos.
La multi-, pluri- e interculturalidad se refieren a la diversidad cultural; sin embargo, apuntan a distintas maneras de conceptualizar esa diversidad.

La interculturalidad es inseparable de la cuestión de la identidad. El hecho de relacionarse de manera simétrica con personas, saberes, sentidos y prácticas culturales distintas, requiere un autoconocimiento de quién es uno.


La interculturalidad es:
Un proceso dinámico y permanente de relación, comunicación y aprendizaje entre culturas en condiciones de respeto, legitimidad mutua, simetría e igualdad.
q  Un intercambio que se construye entre personas, conocimientos, saberes y  prácticas culturalmente distintas, buscando desarrollar un nuevo sentido de convivencia de éstas en su diferencia.
q  Un espacio de negociación y de traducción donde las desigualdades sociales, económicas y políticas, y las relaciones y los conflictos de poder de la sociedad no son mantenidos ocultos sino reconocidos y confrontados.
q  Una tarea social y política que interpela al conjunto de la sociedad, que parte de prácticas y acciones sociales concretas y conscientes e intenta crear modos de  responsabilidad y solidaridad.
q  Una meta por alcanzar.

LA INTERCULTURALIDAD EN EL SISTEMA EDUCATIVO.


El sistema educativo es uno de los contextos más importantes para desarrollar y promover la interculturalidad, ya que es la base de la formación humana. Incluir la interculturalidad como elemento básico del sistema educativo implica que se asume la diversidad cultural desde una perspectiva de respeto y equidad social, Para que la educación sea realmente intercultural, es preciso que todas las culturas implicadas en el proceso educativo se den a conocer y se difundan en términos equitativos: con maestros indios, afros, hispano-hablantes y extranjeros; contemplando en los contenidos curriculares los múltiples elementos de conocimiento y sabiduría de las diferentes culturas



























Tema 4.- Organización de las Naciones Unidas-Diversidad cultural


La Conferencia General, Reafirmando su adhesión a la plena realización de los derechos humanos y de las libertades fundamentales proclamadas en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros instrumentos jurídicos universalmente reconocidos, como los dos Pactos Internacionales de 1966 relativos uno a los derechos civiles y políticos y el otro a los derechos económicos, sociales y culturales, Recordando que en el Preámbulo de la Constitución de la UNESCO se afirma “(...) que la amplia difusión de la cultura y la educación de la humanidad para la justicia, la libertad y la paz son indispensables a la dignidad del hombre y constituyen un deber sagrado que todas las naciones han de cumplir con un espíritu de responsabilidad y de ayuda mutua”, Recordando también su Artículo primero que asigna a la UNESCO, entre otros objetivos, el de recomendar “los acuerdos internacionales que estime convenientes para facilitar la libre circulación de las ideas por medio de la palabra y de la imagen”, Refiriéndose a las disposiciones relativas a la diversidad cultural y al ejercicio de los derechos culturales que figuran en los instrumentos internacionales promulgados por la UNESCO.

IDENTIDAD, DIVERSIDAD Y PLURALISMO.
Artículo 1 – La diversidad cultural, patrimonio común de la humanidad La cultura adquiere formas diversas a través del tiempo y del espacio. Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad. Fuente de intercambios, de innovación y de creatividad, la diversidad cultural es tan necesaria para el género humano como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Artículo 2 – De la diversidad cultural al pluralismo cultural En nuestras sociedades cada vez más diversificadas, resulta indispensable garantizar una interacción armoniosa y una voluntad de convivir de personas y grupos con identidades culturales a un tiempo plural, variado y dinámico. Las políticas que favorecen la integración y la participación de todos los ciudadanos garantizan la cohesión social, la vitalidad de la sociedad civil y la paz. Definido de esta manera, el pluralismo cultural constituye la respuesta política al hecho de la diversidad cultural. Inseparable de un contexto democrático, el pluralismo cultural es propicio para los intercambios culturales y el desarrollo de las capacidades creadoras que alimentan la vida pública.
Artículo 12 – La función de la UNESCO Por su mandato y sus funciones compete a la UNESCO:
a) promover la integración de los principios enunciados en la presente Declaración en las estrategias de desarrollo elaboradas en las diversas entidades intergubernamentales;
b) constituir un punto de referencia y foro de concertación entre los Estados, los organismos internacionales gubernamentales y no gubernamentales, la sociedad civil y el sector privado para la elaboración conjunta de conceptos, objetivos y políticas en favor de la diversidad cultural;
c) proseguir su acción normativa y su acción de sensibilización y fortalecimiento de capacidades en los ámbitos relacionados con la presente Declaración que correspondan a sus esferas de competencia;
d) facilitar la aplicación del Plan de Acción cuyas orientaciones principales figuran a continuación de la presente Declaración.
Anexo II Orientaciones principales de un plan de acción para la aplicación de la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural Los Estados Miembros se comprometen a tomar las medidas apropiadas para difundir ampliamente la Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural y fomentar su aplicación efectiva, cooperando en particular con miras a la realización de los siguientes objetivos:







1.Profundizar en el debate internacional sobre los problemas relativos a la diversidad cultural, especialmente los que se refieren a sus vínculos con el desarrollo y a su influencia en la formulación de políticas, a escala tanto nacional como internacional; profundizar particularmente en la reflexión sobre la conveniencia de elaborar un instrumento jurídico internacional sobre la diversidad cultural.

2. Progresar en la definición de los principios, normas y prácticas en los planos nacional e internacional, así como en los medios de sensibilización y las formas de cooperación más propicios para la salvaguardia y la promoción de la diversidad cultural.
3. Favorecer el intercambio de conocimientos y de las prácticas recomendables en materia de pluralismo cultural con miras a facilitar, en sociedades diversificadas, la integración y la participación de personas y grupos que procedan de horizontes culturales variados.

4. Avanzar en la comprensión y la clarificación del contenido de los derechos culturales, considerados parte integrante de los derechos humanos.

5. Salvaguardar el patrimonio lingüístico de la humanidad y apoyar la expresión, la creación y la difusión en el mayor número posible de lenguas.


6. Fomentar la diversidad lingüística -respetando la lengua materna- en todos los niveles de enseñanza, dondequiera que sea posible, y estimular el aprendizaje de varios idiomas desde la más temprana edad.


TEMA 3.- PARADIGMAS EDUCATIVOS


La  educación intercultural alude a una tendencia reformadora en la práctica educativa, y variada en sus metas, con la que se intenta responder a la diversidad provocada por la confrontación y convivencia de diferentes grupos étnicos y culturales en el seno de una sociedad dada. Este enfoque educativo forma parte de un interés internacional por tener en cuenta a los diversos grupos culturales en educación: sin embargo, no todas las soluciones educativas dadas a la pluralidad son interculturales (Troyna y Carrington. 1990; Walkling, 1990).

En las páginas que siguen se aborda tanto la delimitación conceptual del término como su desarrollo y paradigmas educativos desde los que se ha analizado el fenómeno intercultural como alternativa educativa para afrontar la diversidad cultural característica de las sociedades occidentales democráticas. Acto seguido, se presentan algunas propuestas de planificación curricular derivadas de los paradigmas educativos analizados, así como algunas estrategias concretas de intervención en los ámbitos nacional y local. Por último, se exponen brevemente las líneas generales de actuación sociopolítica y algunos ejemplos de programas educativos desarrollados en los países de la Europa occidental en las dos últimas décadas destinados a dar respuesta a los problemas surgidos como consecuencia de la realidad multicultural.

Con el término multicultural se define la situación de las sociedades, grupos o entidades sociales en las que muchos grupos o individuos que pertenecen a diferentes culturas viven juntos, cualquiera que sea el estilo de vida elegido. Pluricultural es casi un sinónimo, indica simplemente la existencia de una situación particular. Se utiliza en las mismas circunstancias, pero en lugar de subrayar la existencia de un amplio número de culturas en contacto, se resalta únicamente su pluralidad. Transcultural implica un movimiento, indica el paso de una situación cultural a otra. Finalmente intercultural no se limita a describir una situación particular, sino que define un enfoque, procedimiento, proceso dinámico de naturaleza social en el que los participantes son positivamente impulsados a ser conscientes de su interdependencia y es, también, una filosofía, política y pensamiento que sistematiza tal enfoque (Leurin, 1987).


 En el contexto educativo se ha denominado educación multicultural y intercultural una tendencia  reformadora en la práctica educativa que trata de responder a la diversidad cultural de
1.- Las sociedades actuales. Se utiliza el término educación intercultural con carácter normativo, para designar la naturaleza del proceso educativo deseable (normativo) (Galino y Escribano, 1990). Podemos delimitarla como la referida a los programas y prácticas educativos diseñados e implementados para mejorar el rendimiento educativo de las poblaciones étnicas y culturales minoritarias y, a la vez, preparar a los alumnos del grupo mayoritario para aceptar y aprender las culturas y experiencias de los grupos minoritarios (Banks, 1989). En EE.UU. se ha utilizado preferentemente el término educación multiétnica, en tanto que en Europa se ha consolidado el de educación intercultural.

Los principios sobre los que se formula y desarrolla este enfoque educativo intercultural pueden sintetizarse como sigue:

1. Promover el respeto por todas las culturas coexistentes y condenar las medidas políticas designadas a asimilar a los emigrantes y minorías culturales a la cultura mayoritaria (Borrelli y Essinger, 1989).
2. La educación intercultural es relevante para todos los alumnos, no sólo para los emigrantes o minorías étnicas y culturales (Leurin, 1987).
3. Ninguno de los problemas planteados por la diversidad étnica y cultural de la sociedad tiene una solución unilateral. Las medidas educativas son sectoriales dentro de un modelo de sociedad global (Galino, 1990).
4. Se basa en la percepción de la mutua aceptación de culturas en contacto, está más cercano a la forma de vida y costumbres de sociedades con un pobre contexto cultural que a las de sociedades con uno más rico -mayor estructuración del tejido social y alto grado de control social-.
5. Es preciso desarrollar un esquema conceptual transcultural cuya expresión en la práctica educativa demuestre que el conocimiento es la propiedad común de todas las personas (Walkling, 1990).
La visión asimilacionista liberal dominaba las sociedades occidentales cuando los movimientos de revitalización emergieron en los años sesenta impulsados por los movimientos pro-derechos civiles de los negros en EE.UU. Continuó con los franceses e indios en Canadá, indios del Oeste americano y asiáticos en Gran Bretaña, indonesios en Holanda y aborígenes en Australia. Durante los años sesenta y setenta la amplitud e intensidad de los movimientos de protesta ponían de manifiesto la incapacidad de la ideología liberal para predecir y explicar adecuadamente el curso de los acontecimientos étnicos y el estatus de los grupos culturales minoritarias. Sociólogos como Park (1950) señalaban que los cuatro procesos básicos de la interacción social eran contacto, conflicto, acomodación y asimilación. También grupos sociales y sus líderes aceptaban esta ideología. Las excepciones incluyen a los galeses en el Reino Unido, franceses en Canadá, movimiento Garvey en EE.UU. y algunos movimientos separatistas aislados en las naciones occidentales europeas que comenzaron tras la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, hasta los años sesenta, la mayor parte de los grupos en estas naciones trabajaron para alcanzar la asimilación cultural y la integración estructural en sus sociedades.


En algunos aspectos a la ideología liberal y asimilacionista que dominó a las naciones occidentales (EE.UU., Canadá, Australia) ha tenido éxito; pero, entonces, ¿por qué se enfrentan actualmente todavía con problemas relacionados con el pluralismo étnico y cultural? Varias son las respuestas posibles (Banks y Lych, 1986):
1. No hacían posible alcanzar los atributos y conductas que se necesitaban asimilar para lograr, la plena integración. Se creaban expectativas que después eran imposibles de ser alcanzadas por los grupos minoritarios.
2. Internacionalización de los ideales de igualdad y democracia y creencia en que podían ser realizados.
3. No satisfacción de las demandas de empleo, participación política, justicia retributiva e incorporación de sus culturas y lenguajes en la cultura general y el sistema escolar estatal.
4. Fracaso de las naciones occidentales en el intento de disminuir las distancias entre sus ideales democráticos y las realidades sociales existentes en el entramado socioeconómico.



PARADIGMAS EDUCATIVOS
La respuesta que la educación ha dado a los problemas derivados del multiculturalismo puede analizarse en función de varios paradigmas relacionados, en general, con las fases de los movimientos de revitalización étnica que se acaban de exponer. Se reconocen diez grandes paradigmas educativos, los cuales pueden Conceptualizarse como sigue (Batalaan, 1983: Banks y Lynch, 1986):


1.      Adición étnica. Supone la inclusión de contenidos étnicos en el curriculum escolar sin reconceptualizaciones o reestructuraciones del mismo. Su objetivo es disponer de un curriculum integrado mediante la inclusión de unidades, lecciones y tradiciones de diferentes culturas.

2.      Desarrollo del autoconcepto. Deriva de la creencia de que los contenidos étnicos pueden ayudar a incrementar el autoconcepto de los estudiantes de las minorías culturales. Supone la inclusión en el curriculum de unidades y temas que destaquen la importancia de las contribuciones de los diferentes grupos.

3.      Derivación cultural. Considera que muchos jóvenes pertenecientes a minorías étnicas se han socializado en familias o comunidades en las que no les ha sido factible la adquisición de las habilidades cognitivas y características culturales necesarias para el éxito en la escuela. Plantea experiencias de educación compensatoria de tipo conductal e intensivo.

4.      Lenguaje. Atribuye los deficientes resultados escolares de los alumnos de minorías culturales al hecho de recibir la instrucción en una lengua diferente a la materna. Defiende la utilización de la lengua materna y la aplicación de programas específicos para el aprendizaje de la segunda lengua.

5.      Racismo. Se considera el racismo como la principal causa de los problemas educativos de los grupos pertenecientes a minorías étnicas. La escuela puede desempeñar un papel fundamental al eliminar el racismo institucional. Su objetivo es reducir el racismo personal e institucional dentro de la escuela y en la sociedad en su conjunto. Las prácticas y actividades escolares incluyen cursos específicos para profesores, elaboración de materiales curriculares no racistas, modificación de actitudes de los profesores y de las normas de funcionamiento del centro.

6.      Radical. Considera que la meta de la escuela es educar a los estudiantes para que acepten voluntariamente su estatus social. La escuela no puede ayudar a los grupos minoritarios en su proceso de liberación pues desempeña un papel clave en la perpetuación de la estratificación social. El objetivo sería, pues, aumentar el nivel de concienciación de profesores y estudiantes respecto a las exigencias del sistema capitalista y las sociedades estratificadas en clases, con el fin de exigir reformas radicales en el sistema social y económico.

7.      Genético. Asume que los pobres resultados escolares de los jóvenes de minorías culturales se deben a sus características biológicas. Los programas de intervención educativa no pueden eliminar las diferencias entre estos estudiantes y los de los grupos mayoritarios debido a sus características genéticas. El objetivo sería crear una meritocracia basada en la habilidad intelectual medida mediante tests de aptitud. El programa escolar incluiría grupos establecidos en función de la habilidad general, C.I. y diferentes opciones para estudiantes en función de sus puntuaciones en tests estandarizados.

8.      Pluralismo cultural. Considera que las escuelas deberían promover la identificación étnica y que los programas educativos deberían reflejar las características de los estudiantes pertenecientes a diferentes grupos culturales. Así, su objetivo prioritario sería promover el mantenimiento de los grupos y la educación como la forma de evitar la alienación cultural.

9.      Diferenciación cultural. Los jóvenes de los grupos minoritarios son depositarios de culturas ricas y diversas con valores, lenguas y estilos de vida que son funcionales para ellos y valiosos para la nación como tal. El objetivo educativo a alcanzar sería que la escuela respetara dichas culturas introduciendo programas que reflejen los estilos de aprendizaje de los diferentes grupos.

10.  Asimilacionismo. Asume la conveniencia de que los jóvenes se liberen de las identificaciones étnicas que les impiden participar plenamente en la cultura nacional. Si las escuelas favorecen la identificación cultural, se retrasa el crecimiento académico de los estudiantes y se contribuye al desarrollo de las tensiones étnicas. La meta de la educación debe ser, según esta perspectiva, el liberar a los estudiantes de sus características étnicas para permitirles adquirir los valores y conductas de la cultura dominante. Las naciones occidentales aún están dominados por las metas de esta ideología asimilacionista (ONU, 1985).

Frente a estos paradigmas o respuestas educativas al reto planteado por el fenómeno multicultural en las sociedades actuales, se propone un paradigma holístico que, tal y, conceptualizan la escuela como un todo interrelacionado. El medio escolar como totalidad es un sistema integrado por un número de factores identificables, tales como las actitudes y valores del personal.


domingo, 1 de marzo de 2015

TEMA2.CONCEPTOS GENERALES SOBRE DIVERSIDAD




 

 



CONCEPTOS GENERALES SOBRE DIVERSIDAD CULTURAL E

INTERCULTURALIDAD EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACIÓN

 

En la última década en  la sociedad española surgio una gran preocupación ante el fenómeno de la inmigración, y por ende ante la diversidad que ha venido a producir. La preocupación puede explicarse en parte por lo intenso y repentino del proceso: España ha pasado en pocos años de ser un país de emigrantes a ser un país de inmigrantes.

 

Estos cambios se ven manifestados en el espacio escolar, haciendo más evidentes los problemas y aspectos todavía no resueltos del sistema educativo y de la institución escolar: atención a la diversidad, relaciones con la comunidad y familia, desarrollo de la identidad y aspectos afectivos, influencia de los medios de comunicación.

 

 

¿QUÉ ENTENDEMOS POR CULTURA? LA(S) CULTURA(S) EN UN MUNDO GLOBALIZADO. IDENTIDADES, ESTEREOTIPOS Y RACISMO.

 

Siguiendo a Adam Kuper, tal consenso, que nos puede ayudar a entender lo que son las culturas, se basa en tres supuestos:

 

La cultura no es un asunto de raza; se aprende, no la llevamos en nuestros genes; en este sentido, es necesario recalcar que todos los seres humanos compartimos la gran mayoría de nuestra información genética y que las mínimas diferencias existentes en el ADN son diferencias individuales (que, por otra parte, pueden ocurrir entre individuos que son percibidos como “de la misma cultura” y no sólo entre individuos de “distintas culturas”).

 

El concepto de raza, basado en la transmisión de diferencias genéticas que condicionaban no sólo ciertos aspectos físicos sino otros como el comportamiento, la lengua o la inteligencia, es un concepto científicamente refutado.

 

Teniendo todo esto en cuenta, podemos decir que cuando hablamos de diversidad cultural nos referimos al conjunto de estrategias, normas y valores que los distintos seres humanos han sido capaces de desarrollar para vivir en grupo y para adaptarse a lo largo del tiempo a diferentes entornos y diferentes espacios.

 

Es por tanto importante que asumamos que la globalización del mundo en que nos ha tocado vivir nos permite pertenecer a varios grupos y por lo tanto pertenecer a varias culturas. Siendo optimistas, esta sociedad multicultural globalizada debería provocar un cosmopolitismo donde los diversos individuos podamos convivir y tengamos competencias culturales múltiples donde el mestizaje será considerado signo de madurez cultural.

 

 

La identidad, cuando nos referimos a identidad cultural no podemos separarla de la doble dimensión personal y social. Cada sujeto es capaz de construirse su identidad colectiva, su pertenencia a una cultura desde su propia identidad personal.

 

En estos procesos de identificación las condiciones económicas, políticas, geográficas, sociales y legales tienen mucha influencia en relación al establecimiento de relaciones de identificación y de vínculos de pertenencia a un “grupo” y su relación con los “otros”, provocando, a su vez, una visión compartida en el imaginario colectivo sobre “el otro” cargada de estereotipos y prejuicios.

La superación de estereotipos y prejuicios es una de las tareas de la educación intercultural y antirracista, y por ende, de la formación de los educadores y educadoras.

 

¿qué son los estereotipos y prejuicios?, ¿cómo actúan?

 

Allport (1954) define estereotipo como una creencia exagerada con, o acerca de, las costumbres y atributos de un determinado grupo o categoría social, en función de la cual se justifica o racionaliza nuestra conducta en relación a dicha categoría.

 

La generación de estereotipos obedece a la necesidad o deseo de tener una opinión en la experiencia propia y suficiente de la que extraer un conocimiento directo, por economía mental. Las opiniones se forman sobre los que otras personas dicen.

 

Los estereotipos, positivos o negativos, juegan un papel primordial en nuestras relaciones sociales y personales con desconocidos al ayudarnos a adjudicarle a los otros un papel o comportamiento determinados en función de su adscripción a un grupo, sin tener en consideración los aspectos personales. Es el componente cognitivo de una actitud particular.

El estereotipo puede considerarse un paso previo al prejuicio (actitud), que a su vez puede dar paso a la discriminación y a la exclusión (conducta). Existe una gran variedad de estereotipos, prejuicios y formas de discriminación (raciales, étnicos, género, edad, clase social...) que a veces, y en el caso que nos ocupa, es muy significativo considerar su confluencia.

 

Estereotipo y prejuicio son mecanismos cognitivos basados en ideas y opiniones ya formadas sobre el entorno de forma indirecta. El prejuicio además incluye una valoración implicando el acto de juzgar, rechazando o desaprobando, implica un juicio negativo preconcebido de personas y grupos basado en estereotipos.

 

Los estereotipos juegan un papel importante en relación a la discriminación y el trato a las minorías, así como en relación al racismo y xenofobia. Los estereotipos forman parte del mundo de las creencias y actitudes que a su vez son parte de las motivaciones y acciones de las personas. Por tanto, los estereotipos negativos pueden dar lugar a actitudes prejuiciosas y a comportamientos más o menos discriminatorios, racistas o xenófobos, y de ahí a la exclusión.

 

 

 

 

Modelos de integración e interculturalidad.

 

 

El término integración, muy usado en el campo de la política social y también de la educativa, ha ido acompañado de recelos y dudas de mayor o 6 menor calado dependiendo de los países. En particular en la Unión Europea la palabra integración se ha usado en positivo y como modelo de política social, y educativa, a seguir con los inmigrantes. No han faltados críticos a este concepto por su uso y abuso en Europa, considerando la integración como asimilación.

 

Los modelos que vamos a ver son alternativas en positivo para la gestión de la diversidad cultural. No podemos olvidar que existen otras alternativas negativas como “no hacer nada” y la “marginación”.

 

La asimilación exige a los grupos minoritarios que dejen a un lado sus pautas y referencias culturales para insertarse en la mayoría culturalmente dominante. Esta alternativa presenta dos principios antagónicos: por un lado se parte del interés por la otra persona para que tenga las mismas posibilidades que las personas autóctonas; y por otro lado, se le exige que renuncie a su cultura para incorporar la nuestra como algo indispensable para su integración.

 

El multiculturalismo, por el contrario, intenta valorar más la diversidad cultural, considera la sociedad formada por culturas diferentes unas de otras, se respeta la diferencia y se establecen unas normas básicas de convivencia.

 

El modelo intercultural pretende superar los modelos anteriores planteándose la construcción de la convivencia en la diversidad. Para eso, parte como decíamos anteriormente sobre el concepto de cultura, de que ninguna cultura es estática ni homogénea, de que la diversidad existe dentro de propia cultura y que los conflictos pueden ser un buen motor para el cambio.

 

El concepto de integración, ya que debemos cuidar el uso del lenguaje y la denominación de los conceptos. Planteemos utilizar el concepto de integración en relación a la interculturalidad en el sentido que Carlos Giménez utiliza: proceso de readaptación mutua, en la que por un lado la minoría se incorpora a la sociedad receptora en igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades que los autóctonos, y por otro lado, la mayoría acepta e incorpora los cambios necesarios, ideológicos, normativos e institucionales para que sea posible lo anterior.

 

Educación intercultural. La escuela como espacio de relaciones interculturales.

 

Según su procedencia racial o etnocultural. A grupos diferentes, sistemas distintos. Este modelo que no está presente en nuestro sistema educativo pero habría que tener presente las consecuencias de los procesos de escolarización en cuanto a la concentración de alumnado extranjero.

 

Educación asimilasionista que pretende conseguir de forma más o menos paulatina la asimilación a la cultura dominante de los inmigrantes o de las minorías. En estos planteamientos tiene gran importancia la enseñanza de la cultura y lengua de la sociedad receptora y no tiene relevancia las aportaciones y el bagaje experiencial de los sujetos.

 

La educación integracionista o compensadora plantea no sólo el aprendizaje de la lengua y cultura receptora sino también de la lengua materna; y la necesidad de conseguir la igualdad de oportunidades para todos los alumnos y alumnas independientemente de su origen social o cultural.

 

La educación pluralista asume el derecho a la diferencia dando importancia a aspectos como la provisión de información de las culturas de inmigrantes y minorías, y la visión funcional de la lengua y la cultura. Sin embargo plantea algunas limitaciones y riesgos como las siguientes: tratar a los grupos como realidades monolíticas, el folklorismo en el tratamiento de las diferencias culturales, la segregación y separación por grupos.

 

Educación intercultural, educación en y para la interculturalidad es necesaria para todas las sociedades y culturas y para todas las personas, no está centrada en los que son culturalmente diferentes.

 

 
 

domingo, 22 de febrero de 2015

TEMA 1.-Contextualización del significado de la educación intercultural a través de una mirada comparativa: Estados Unidos, Europa y América Latina.


UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO
DIVISIÓN ACADÉMICA DE EDUCACIÓN Y ARTES
 
ALUMNO:
MANRIQUE ESPINA CASTILLO
 
MATERIA:
EDUCACIÓN INTERCULTURAL EN MÉXICO
 
 
RESUMEN
 
 
Este artículo plantea ciertas cuestiones sobre el concepto de interculturalidad y, concretamente de educación intercultural, se centra en una visión comparativa del término en tres contextos: Estados Unidos, España y México.


 

 
 
 
GENEALOGÍAS Y/O MIGRACIONES DEL DISCURSO INTERCULTURAL
La educación intercultural plantea que el nacimiento de la misma está estrechamente relacionada con la evolución del multiculturalismo el cual se entiende como el conjunto de movimientos sociales demandantes de su derecho a la diferencia en los Estados Unidos en la década de los sesenta y setenta, trasladándose posteriormente a Europa donde se implementaría ganando peso el concepto de interculturalidad en la parte continental.
 
Ambos contextos se exportaría el término a América Latina donde se acogería gracias a la presión de los organismos financieros, los acuerdos y tratados internacionales y la labor de las agencias de cooperación internacional.


La educación intercultural y multicultural en Estados Unidos

 
El multiculturalismo y educación multicultural presentan una serie de antecedentes de obligada referencia para comprender su génesis. Entre todos ellos, podemos encontrar el uso del término “educación intercultural” por primera vez en Estados Unidos en la década de los años veinte. Desde esta fecha hasta los años cincuenta se inicia todo un movimiento provocado por el aumento de población inmigrante tanto de diversas regiones de Europa como por la migración interna desde el sur rural hacia el norte industrializado. El incremento de las tensiones entre grupos étnicos, principalmente en la escuela, llevó a la creación de un servicio institucional llamado Service Bureau for Intercultural Education en 1934.






Las medidas desarrolladas por el mismo estaban destinadas a toda la población y radicaban, principalmente, en el intento de reducir los prejuicios hacia los grupos minoritarios (mayoritariamente afroamericanos) y en generar la aceptación interracial e intercultural entre los grupos a partir del desarrollo de curriculum educativos y materiales que respondieran a este propósito. Cabe señalar sin embargo, que todo este trabajo venía de la mano de los académicos blancos que apoyaban la causa.

 
Siguiendo la tendencia del movimiento de educación intercultural en los años cincuenta aparece el intergroup education movement (movimiento de educación intergrupal). Dentro del mismo el Commitee of Intergroup Education in Cooperating Schools desarrolló una serie de actividades relacionadas con la sensibilización hacia el prejuicio racial y el fortalecimiento de la interacción intercultural (Mitchel & Salsbury 1996). Sin embargo, mientras el movimiento de educación intergrupal propugnaba la convivencia pacífica y la aceptación interracial, prestaba poca atención al racismo institucionalizado y a la desigualdad estructural, temas hacia los que sí dirigían su mirada los tempranos Estudios Étnicos.
 
 
La educación multicultural e intercultural en Europa . El caso de España.
 
Cabe destacar que desde Estados Unidos el multiculturalismo se traslada a Europa viviendo diferentes evoluciones en función de su contextualización continental o no. El primero de ellos sería el modelo multicultural anglosajón, fuertemente inspirado por la tradición norteamericana y que permitiría a todo individuo la posibilidad de pertenecer a una comunidad distinta a la del Estado-Nación. Este modelo se basaría en la prioridad que se da al “grupo de pertenencia” partiendo de las definiciones que los propios grupos dan a priori y su vinculación con una realidad social, política y educativa. Les caracteriza la consideración de los mismos como grupos homogéneos en su interior así como la localización espacial en barrios étnicos o guetos.
 
De esta forma, la versión multicultural en el contexto anglosajón se ha basado en medidas institucionales de “acción afirmativa” y “discriminación positiva” para con aquellas minorías autóctonas o alóctonas que se encuentran en proceso de reafirmación de su identidad étnica y/o cultural, mientras que en el contexto europeo continental, la necesidad no ha estado tanto en “empoderar” a las minorías sino en reconocer “...la incapacidad manifiesta de las sociedades mayoritarias de hacer frente a los nuevos desafíos de la heterogeneidad, de la creciente complejidad sociocultural y, en resumidas cuentas, de la diversidad como característica de las futuras sociedades
europeas”.
 
 
La educación intercultural y multicultural en América
 
Latina. El caso de México.
Para el caso latinoamericano, las nociones de interculturalidad y educación intercultural aparecen en la educación pública indígena de la mayoría de las naciones latinoamericanas en el último cuarto de siglo XX. Se plantean una posible migración de los discursos interculturales entre países anglosajones y europeos continentales y, entre éstos y América Latina. Una de las formas de comunicación y transmisión de dicho discurso estuvo en la presión internacional para asentar dicho marco conceptual en el terreno, así como, en las reformas constitucionales de cada uno de los países.
 
Hasta entonces, las propuestas educativas para los grupos indígenas planteadas desde los gobiernos y desde los organismos de cooperación internacional se basaban en la integración a la sociedad criolla nacional desde la aculturación y asimilación lingüística. Sin embargo, dicha empresa asimiladora se proponía uniformizar a más de 40 millones de indígenas que son los que pueblan América Latina (10% del total) y en donde sobreviven más de 500 lenguas indígenas diferentes (López y Küper, 1999).
 
En la década de los ochenta surge la necesidad de trascender el plano meramente lingüístico y los movimientos indígenas más consolidados empiezan a exigir la modificación del currículo escolar para que haya cabida de los saberes, conocimientos, historias y valores tradicionales. Nace de esta manera, la educación bilingüe intercultural (o intercultural bilingüe) como “...una educación enraizada en la cultura de referencia de los educandos abierta a la incorporación de elementos y contenidos provenientes de otros horizontes culturales. Es una educación vehículada en un idioma natal y un segundo idioma que propicia el desarrollo de la competencia comunicativa de los educandos en dos idiomas”
 
 Atendiendo específicamente al caso de México, la educación intercultural en su versión bilingüe ha seguido un camino semejante al presentado para el contexto latinoamericano. La interculturalidad como concepto está vinculada con la población indígena, minoría autóctona que en un momento determinado plantea una serie de demandas sociales y políticas que tienen que ver con su posición en el Estado-Nación y que vienen derivadas de su historia colonial y de dominio. Una de dichas demandas de mayor envergadura tiene que ver con propuestas educativas que respondan a las necesidades propias de los Pueblos Indígenas.
 
Poco después de la Revolución mexicana, tiene lugar la creación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917 en la que se reconoce el derecho a recibir una educación. Desde la década de los años veinte surgen diferentes medidas, según la tendencia del gobierno vigente, de atención a la población indígena. En materia educativa, todas incluían la enseñanza del español y las operaciones básicas de matemáticas, como mencionamos anteriormente.
 
Por último, cabe señalar que los movimientos de base latinoamericanos han visto reforzada su postura contestataria desde la influencia postmodernista en los enfoques post-coloniales y, sobre todo, decoloniales. De ahí el rechazo expreso a las categorías conceptuales eurocéntricas y occidentales sobre la realidad latinoamericana que han estado legitimando la situación de dominio y explotación desde la época colonial sobre América Latina y las poblaciones indígenas específicamente. Desde la perspectiva decolonial, se aboga por la toma de conciencia sobre el racismo epistémico y las desigualdades estructurales así como por la reivindicación de recuperar las propias cosmovisiones, epistemologías y categorías para generar relaciones de poder diferentes y superar así las jerarquías históricas.
 
Podemos deducir los conceptos de inter, multi y pluriculturalidad ya conociendo la historia  y la gestación de estos conceptos: