domingo, 1 de marzo de 2015

TEMA2.CONCEPTOS GENERALES SOBRE DIVERSIDAD




 

 



CONCEPTOS GENERALES SOBRE DIVERSIDAD CULTURAL E

INTERCULTURALIDAD EN EL MARCO DE LA GLOBALIZACIÓN

 

En la última década en  la sociedad española surgio una gran preocupación ante el fenómeno de la inmigración, y por ende ante la diversidad que ha venido a producir. La preocupación puede explicarse en parte por lo intenso y repentino del proceso: España ha pasado en pocos años de ser un país de emigrantes a ser un país de inmigrantes.

 

Estos cambios se ven manifestados en el espacio escolar, haciendo más evidentes los problemas y aspectos todavía no resueltos del sistema educativo y de la institución escolar: atención a la diversidad, relaciones con la comunidad y familia, desarrollo de la identidad y aspectos afectivos, influencia de los medios de comunicación.

 

 

¿QUÉ ENTENDEMOS POR CULTURA? LA(S) CULTURA(S) EN UN MUNDO GLOBALIZADO. IDENTIDADES, ESTEREOTIPOS Y RACISMO.

 

Siguiendo a Adam Kuper, tal consenso, que nos puede ayudar a entender lo que son las culturas, se basa en tres supuestos:

 

La cultura no es un asunto de raza; se aprende, no la llevamos en nuestros genes; en este sentido, es necesario recalcar que todos los seres humanos compartimos la gran mayoría de nuestra información genética y que las mínimas diferencias existentes en el ADN son diferencias individuales (que, por otra parte, pueden ocurrir entre individuos que son percibidos como “de la misma cultura” y no sólo entre individuos de “distintas culturas”).

 

El concepto de raza, basado en la transmisión de diferencias genéticas que condicionaban no sólo ciertos aspectos físicos sino otros como el comportamiento, la lengua o la inteligencia, es un concepto científicamente refutado.

 

Teniendo todo esto en cuenta, podemos decir que cuando hablamos de diversidad cultural nos referimos al conjunto de estrategias, normas y valores que los distintos seres humanos han sido capaces de desarrollar para vivir en grupo y para adaptarse a lo largo del tiempo a diferentes entornos y diferentes espacios.

 

Es por tanto importante que asumamos que la globalización del mundo en que nos ha tocado vivir nos permite pertenecer a varios grupos y por lo tanto pertenecer a varias culturas. Siendo optimistas, esta sociedad multicultural globalizada debería provocar un cosmopolitismo donde los diversos individuos podamos convivir y tengamos competencias culturales múltiples donde el mestizaje será considerado signo de madurez cultural.

 

 

La identidad, cuando nos referimos a identidad cultural no podemos separarla de la doble dimensión personal y social. Cada sujeto es capaz de construirse su identidad colectiva, su pertenencia a una cultura desde su propia identidad personal.

 

En estos procesos de identificación las condiciones económicas, políticas, geográficas, sociales y legales tienen mucha influencia en relación al establecimiento de relaciones de identificación y de vínculos de pertenencia a un “grupo” y su relación con los “otros”, provocando, a su vez, una visión compartida en el imaginario colectivo sobre “el otro” cargada de estereotipos y prejuicios.

La superación de estereotipos y prejuicios es una de las tareas de la educación intercultural y antirracista, y por ende, de la formación de los educadores y educadoras.

 

¿qué son los estereotipos y prejuicios?, ¿cómo actúan?

 

Allport (1954) define estereotipo como una creencia exagerada con, o acerca de, las costumbres y atributos de un determinado grupo o categoría social, en función de la cual se justifica o racionaliza nuestra conducta en relación a dicha categoría.

 

La generación de estereotipos obedece a la necesidad o deseo de tener una opinión en la experiencia propia y suficiente de la que extraer un conocimiento directo, por economía mental. Las opiniones se forman sobre los que otras personas dicen.

 

Los estereotipos, positivos o negativos, juegan un papel primordial en nuestras relaciones sociales y personales con desconocidos al ayudarnos a adjudicarle a los otros un papel o comportamiento determinados en función de su adscripción a un grupo, sin tener en consideración los aspectos personales. Es el componente cognitivo de una actitud particular.

El estereotipo puede considerarse un paso previo al prejuicio (actitud), que a su vez puede dar paso a la discriminación y a la exclusión (conducta). Existe una gran variedad de estereotipos, prejuicios y formas de discriminación (raciales, étnicos, género, edad, clase social...) que a veces, y en el caso que nos ocupa, es muy significativo considerar su confluencia.

 

Estereotipo y prejuicio son mecanismos cognitivos basados en ideas y opiniones ya formadas sobre el entorno de forma indirecta. El prejuicio además incluye una valoración implicando el acto de juzgar, rechazando o desaprobando, implica un juicio negativo preconcebido de personas y grupos basado en estereotipos.

 

Los estereotipos juegan un papel importante en relación a la discriminación y el trato a las minorías, así como en relación al racismo y xenofobia. Los estereotipos forman parte del mundo de las creencias y actitudes que a su vez son parte de las motivaciones y acciones de las personas. Por tanto, los estereotipos negativos pueden dar lugar a actitudes prejuiciosas y a comportamientos más o menos discriminatorios, racistas o xenófobos, y de ahí a la exclusión.

 

 

 

 

Modelos de integración e interculturalidad.

 

 

El término integración, muy usado en el campo de la política social y también de la educativa, ha ido acompañado de recelos y dudas de mayor o 6 menor calado dependiendo de los países. En particular en la Unión Europea la palabra integración se ha usado en positivo y como modelo de política social, y educativa, a seguir con los inmigrantes. No han faltados críticos a este concepto por su uso y abuso en Europa, considerando la integración como asimilación.

 

Los modelos que vamos a ver son alternativas en positivo para la gestión de la diversidad cultural. No podemos olvidar que existen otras alternativas negativas como “no hacer nada” y la “marginación”.

 

La asimilación exige a los grupos minoritarios que dejen a un lado sus pautas y referencias culturales para insertarse en la mayoría culturalmente dominante. Esta alternativa presenta dos principios antagónicos: por un lado se parte del interés por la otra persona para que tenga las mismas posibilidades que las personas autóctonas; y por otro lado, se le exige que renuncie a su cultura para incorporar la nuestra como algo indispensable para su integración.

 

El multiculturalismo, por el contrario, intenta valorar más la diversidad cultural, considera la sociedad formada por culturas diferentes unas de otras, se respeta la diferencia y se establecen unas normas básicas de convivencia.

 

El modelo intercultural pretende superar los modelos anteriores planteándose la construcción de la convivencia en la diversidad. Para eso, parte como decíamos anteriormente sobre el concepto de cultura, de que ninguna cultura es estática ni homogénea, de que la diversidad existe dentro de propia cultura y que los conflictos pueden ser un buen motor para el cambio.

 

El concepto de integración, ya que debemos cuidar el uso del lenguaje y la denominación de los conceptos. Planteemos utilizar el concepto de integración en relación a la interculturalidad en el sentido que Carlos Giménez utiliza: proceso de readaptación mutua, en la que por un lado la minoría se incorpora a la sociedad receptora en igualdad de derechos, obligaciones y oportunidades que los autóctonos, y por otro lado, la mayoría acepta e incorpora los cambios necesarios, ideológicos, normativos e institucionales para que sea posible lo anterior.

 

Educación intercultural. La escuela como espacio de relaciones interculturales.

 

Según su procedencia racial o etnocultural. A grupos diferentes, sistemas distintos. Este modelo que no está presente en nuestro sistema educativo pero habría que tener presente las consecuencias de los procesos de escolarización en cuanto a la concentración de alumnado extranjero.

 

Educación asimilasionista que pretende conseguir de forma más o menos paulatina la asimilación a la cultura dominante de los inmigrantes o de las minorías. En estos planteamientos tiene gran importancia la enseñanza de la cultura y lengua de la sociedad receptora y no tiene relevancia las aportaciones y el bagaje experiencial de los sujetos.

 

La educación integracionista o compensadora plantea no sólo el aprendizaje de la lengua y cultura receptora sino también de la lengua materna; y la necesidad de conseguir la igualdad de oportunidades para todos los alumnos y alumnas independientemente de su origen social o cultural.

 

La educación pluralista asume el derecho a la diferencia dando importancia a aspectos como la provisión de información de las culturas de inmigrantes y minorías, y la visión funcional de la lengua y la cultura. Sin embargo plantea algunas limitaciones y riesgos como las siguientes: tratar a los grupos como realidades monolíticas, el folklorismo en el tratamiento de las diferencias culturales, la segregación y separación por grupos.

 

Educación intercultural, educación en y para la interculturalidad es necesaria para todas las sociedades y culturas y para todas las personas, no está centrada en los que son culturalmente diferentes.

 

 
 

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