La educación
intercultural alude a una tendencia reformadora en la práctica educativa, y
variada en sus metas, con la que se intenta responder a la diversidad provocada
por la confrontación y convivencia de diferentes grupos étnicos y culturales en
el seno de una sociedad dada. Este enfoque educativo forma parte de un interés
internacional por tener en cuenta a los diversos grupos culturales en
educación: sin embargo, no todas las soluciones educativas dadas a la
pluralidad son interculturales (Troyna y Carrington. 1990; Walkling, 1990).
En las páginas que siguen se
aborda tanto la delimitación conceptual del término como su desarrollo y
paradigmas educativos desde los que se ha analizado el fenómeno intercultural
como alternativa educativa para afrontar la diversidad cultural característica
de las sociedades occidentales democráticas. Acto seguido, se presentan algunas
propuestas de planificación curricular derivadas de los paradigmas educativos
analizados, así como algunas estrategias concretas de intervención en los
ámbitos nacional y local. Por último, se exponen brevemente las líneas
generales de actuación sociopolítica y algunos ejemplos de programas educativos
desarrollados en los países de la Europa occidental en las dos últimas décadas
destinados a dar respuesta a los problemas surgidos como consecuencia de la
realidad multicultural.
Con el término multicultural
se define la situación de las sociedades, grupos o entidades sociales en las
que muchos grupos o individuos que pertenecen a diferentes culturas viven
juntos, cualquiera que sea el estilo de vida elegido. Pluricultural es casi un
sinónimo, indica simplemente la existencia de una situación particular. Se
utiliza en las mismas circunstancias, pero en lugar de subrayar la existencia
de un amplio número de culturas en contacto, se resalta únicamente su
pluralidad. Transcultural implica un movimiento, indica el paso de una
situación cultural a otra. Finalmente intercultural no se limita a describir
una situación particular, sino que define un enfoque, procedimiento, proceso
dinámico de naturaleza social en el que los participantes son positivamente
impulsados a ser conscientes de su interdependencia y es, también, una filosofía,
política y pensamiento que sistematiza tal enfoque (Leurin, 1987).
En el contexto educativo se ha denominado educación
multicultural y intercultural una tendencia reformadora en la práctica educativa que trata
de responder a la diversidad cultural de
1.- Las sociedades actuales. Se
utiliza el término educación intercultural con carácter normativo, para
designar la naturaleza del proceso educativo deseable (normativo) (Galino y
Escribano, 1990). Podemos delimitarla como la referida a los programas y
prácticas educativos diseñados e implementados para mejorar el rendimiento
educativo de las poblaciones étnicas y culturales minoritarias y, a la vez,
preparar a los alumnos del grupo mayoritario para aceptar y aprender las
culturas y experiencias de los grupos minoritarios (Banks, 1989). En EE.UU. se
ha utilizado preferentemente el término educación multiétnica, en tanto que en
Europa se ha consolidado el de educación intercultural.
Los principios sobre los que
se formula y desarrolla este enfoque educativo intercultural pueden
sintetizarse como sigue:
1. Promover el respeto por
todas las culturas coexistentes y condenar las medidas políticas designadas a
asimilar a los emigrantes y minorías culturales a la cultura mayoritaria
(Borrelli y Essinger, 1989).
2. La educación
intercultural es relevante para todos los alumnos, no sólo para los emigrantes
o minorías étnicas y culturales (Leurin, 1987).
3. Ninguno de los problemas planteados
por la diversidad étnica y cultural de la sociedad tiene una solución
unilateral. Las medidas educativas son sectoriales dentro de un modelo de
sociedad global (Galino, 1990).
4. Se basa en la percepción
de la mutua aceptación de culturas en contacto, está más cercano a la forma de
vida y costumbres de sociedades con un pobre contexto cultural que a las de
sociedades con uno más rico -mayor estructuración del tejido social y alto
grado de control social-.
5. Es preciso desarrollar un
esquema conceptual transcultural cuya expresión en la práctica educativa
demuestre que el conocimiento es la propiedad común de todas las personas
(Walkling, 1990).
La visión asimilacionista
liberal dominaba las sociedades occidentales cuando los movimientos de revitalización
emergieron en los años sesenta impulsados por los movimientos pro-derechos
civiles de los negros en EE.UU. Continuó con los franceses e indios en Canadá,
indios del Oeste americano y asiáticos en Gran Bretaña, indonesios en Holanda y
aborígenes en Australia. Durante los años sesenta y setenta la amplitud e
intensidad de los movimientos de protesta ponían de manifiesto la incapacidad
de la ideología liberal para predecir y explicar adecuadamente el curso de los
acontecimientos étnicos y el estatus de los grupos culturales minoritarias.
Sociólogos como Park (1950) señalaban que los cuatro procesos básicos de la
interacción social eran contacto, conflicto, acomodación y asimilación. También
grupos sociales y sus líderes aceptaban esta ideología. Las excepciones
incluyen a los galeses en el Reino Unido, franceses en Canadá, movimiento
Garvey en EE.UU. y algunos movimientos separatistas aislados en las naciones
occidentales europeas que comenzaron tras la Segunda Guerra Mundial. Sin
embargo, hasta los años sesenta, la mayor parte de los grupos en estas naciones
trabajaron para alcanzar la asimilación cultural y la integración estructural
en sus sociedades.
En algunos aspectos a la
ideología liberal y asimilacionista que dominó a las naciones occidentales (EE.UU.,
Canadá, Australia) ha tenido éxito; pero, entonces, ¿por qué se enfrentan
actualmente todavía con problemas relacionados con el pluralismo étnico y
cultural? Varias son las respuestas posibles (Banks y Lych, 1986):
1. No hacían posible
alcanzar los atributos y conductas que se necesitaban asimilar para lograr, la
plena integración. Se creaban expectativas que después eran imposibles de ser
alcanzadas por los grupos minoritarios.
2. Internacionalización de
los ideales de igualdad y democracia y creencia en que podían ser realizados.
3. No satisfacción de las
demandas de empleo, participación política, justicia retributiva e
incorporación de sus culturas y lenguajes en la cultura general y el sistema
escolar estatal.
4. Fracaso de las naciones
occidentales en el intento de disminuir las distancias entre sus ideales
democráticos y las realidades sociales existentes en el entramado
socioeconómico.
PARADIGMAS EDUCATIVOS
La respuesta que la
educación ha dado a los problemas derivados del multiculturalismo puede
analizarse en función de varios paradigmas relacionados, en general, con las
fases de los movimientos de revitalización étnica que se acaban de exponer. Se
reconocen diez grandes paradigmas educativos, los cuales pueden
Conceptualizarse como sigue (Batalaan, 1983: Banks y Lynch, 1986):
1. Adición étnica.
Supone la inclusión de contenidos étnicos en el curriculum escolar sin
reconceptualizaciones o reestructuraciones del mismo. Su objetivo es disponer
de un curriculum integrado mediante la inclusión de unidades, lecciones y
tradiciones de diferentes culturas.
2. Desarrollo del autoconcepto.
Deriva de la creencia de que los contenidos étnicos pueden ayudar a incrementar
el autoconcepto de los estudiantes de las minorías culturales. Supone la
inclusión en el curriculum de unidades y temas que destaquen la importancia de
las contribuciones de los diferentes grupos.
3. Derivación cultural.
Considera que muchos jóvenes pertenecientes a minorías étnicas se han
socializado en familias o comunidades en las que no les ha sido factible la
adquisición de las habilidades cognitivas y características culturales
necesarias para el éxito en la escuela. Plantea experiencias de educación
compensatoria de tipo conductal e intensivo.
4. Lenguaje. Atribuye
los deficientes resultados escolares de los alumnos de minorías culturales al
hecho de recibir la instrucción en una lengua diferente a la materna. Defiende
la utilización de la lengua materna y la aplicación de programas específicos
para el aprendizaje de la segunda lengua.
5. Racismo. Se
considera el racismo como la principal causa de los problemas educativos de los
grupos pertenecientes a minorías étnicas. La escuela puede desempeñar un papel
fundamental al eliminar el racismo institucional. Su objetivo es reducir el
racismo personal e institucional dentro de la escuela y en la sociedad en su
conjunto. Las prácticas y actividades escolares incluyen cursos específicos
para profesores, elaboración de materiales curriculares no racistas,
modificación de actitudes de los profesores y de las normas de funcionamiento
del centro.
6. Radical. Considera
que la meta de la escuela es educar a los estudiantes para que acepten
voluntariamente su estatus social. La escuela no puede ayudar a los grupos
minoritarios en su proceso de liberación pues desempeña un papel clave en la
perpetuación de la estratificación social. El objetivo sería, pues, aumentar el
nivel de concienciación de profesores y estudiantes respecto a las exigencias
del sistema capitalista y las sociedades estratificadas en clases, con el fin
de exigir reformas radicales en el sistema social y económico.
7. Genético. Asume que
los pobres resultados escolares de los jóvenes de minorías culturales se deben
a sus características biológicas. Los programas de intervención educativa no
pueden eliminar las diferencias entre estos estudiantes y los de los grupos
mayoritarios debido a sus características genéticas. El objetivo sería crear
una meritocracia basada en la habilidad intelectual medida mediante tests de
aptitud. El programa escolar incluiría grupos establecidos en función de la
habilidad general, C.I. y diferentes opciones para estudiantes en función de
sus puntuaciones en tests estandarizados.
8. Pluralismo cultural.
Considera que las escuelas deberían promover la identificación étnica y que los
programas educativos deberían reflejar las características de los estudiantes
pertenecientes a diferentes grupos culturales. Así, su objetivo prioritario
sería promover el mantenimiento de los grupos y la educación como la forma de
evitar la alienación cultural.
9. Diferenciación
cultural. Los jóvenes de los grupos
minoritarios son depositarios de culturas ricas y diversas con valores, lenguas
y estilos de vida que son funcionales para ellos y valiosos para la nación como
tal. El objetivo educativo a alcanzar sería que la escuela respetara dichas
culturas introduciendo programas que reflejen los estilos de aprendizaje de los
diferentes grupos.
10. Asimilacionismo.
Asume la conveniencia de que los jóvenes se liberen de las identificaciones
étnicas que les impiden participar plenamente en la cultura nacional. Si las
escuelas favorecen la identificación cultural, se retrasa el crecimiento
académico de los estudiantes y se contribuye al desarrollo de las tensiones
étnicas. La meta de la educación debe ser, según esta perspectiva, el liberar a
los estudiantes de sus características étnicas para permitirles adquirir los
valores y conductas de la cultura dominante. Las naciones occidentales aún
están dominados por las metas de esta ideología asimilacionista (ONU, 1985).
Frente a estos paradigmas o
respuestas educativas al reto planteado por el fenómeno multicultural en las
sociedades actuales, se propone un paradigma holístico que, tal y,
conceptualizan la escuela como un todo interrelacionado. El medio escolar como
totalidad es un sistema integrado por un número de factores identificables,
tales como las actitudes y valores del personal.